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Juan, autor de esta carta, fue uno de los doce discípulos de Jesús. Escribió el Evangelio de Jesús. También escribió tres cartas a los creyentes para ayudarlos a obtener la sabiduría y el valor de Dios. Finalmente, Juan escribió un libro llamado «La Revelación de Dios» o «Apocalipsis». Lo escribió para los creyentes que sufrían a causa de su fe.
Esta primera carta fue escrita a los cristianos para ayudarles a evitar ser engañados por falsas enseñanzas que circulaban ampliamente en aquel entonces. Estas enseñanzas afirmaban que Jesús no vino al mundo en forma humana. El apóstol Juan afirmó que Jesús era, sin duda, un ser humano y que Dios lo envió del cielo para cumplir su voluntad. Jesús proviene de Dios, pero Dios permitió que Jesús se hiciera hombre en la tierra para que pudiera ofrecerse como sacrificio por los pecados de la humanidad.
El sacrificio de Jesús es de suma importancia para los seres humanos, pues es el único que puede otorgarles la salvación. Quien es salvado por la sangre de Jesús sabe en su corazón que está eternamente salvado. Esta persona ya no tiene dudas, porque sabe que Dios cumplirá su promesa.
Además, este sacrificio es un ejemplo para los creyentes. El apóstol Juan nos enseña a amarnos los unos a los otros como Dios nos ha amado. Dios quiere que quienes lo siguen se amen entre sí. Si alguien dice amar a Dios pero no ama a su prójimo, miente.
Es muy importante que los seres humanos busquen conocer a Dios, porque esto puede darles la vida eterna y una vida mejor en esta tierra. Que Dios nos ayude a conocer su amor para que podamos alcanzar la salvación y convertirnos en personas que se aman los unos a los otros. Amén.
